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15/6/10

Metallica arrolla en el cierre del Rock in Rio

Desde la última vez que apareció Metallica por la capital había pasado un año. Para todos, menos para la banda de San Francisco, que ayer parecieron retroceder dos décadas ofreciendo un concierto para el recuerdo.

Irónicamente, hubo que esperar a un festival como el Rock In Río para poder disfrutar del mejor repertorio de Heitfeld, Hammett y compañía en años.

Después de la habitual intro con 'The Ecstasy of Gold', retumbaron los primeros acordes de Creeping Death, canción con más de un cuarto de siglo de antigüedad perteneciente al Ride The Lightning. Era sólo el principio. Muchos nos temimos un setlist parecido al del Palacio de los Deportes poco tiempo atrás, pero pronto se despejaron los temores.

'For Whom The Bell Tolls' puso a botar a las 50.000 personas que se dieron cita ayer en Arganda, una cifra nada desdeñable teniendo en cuenta que se trataba de un lunes.

A partir de ahí, la locura. La banda se comportó como si Load, Reload y St. Anger no hubieran existido nunca, y sonaron prácticamente todos los clásicos de sus discos antiguos. El éxtasis se alcanzó con la interpretación de 'One' y 'Master Of Puppets' de forma consecutiva. Por supuesto, canciones como 'Fade To Black' o 'Welcome Home (Sanitarium)' también hicieron retumbar los cimientos del festival.

Había que relajar los ánimos, y qué mejor que 'Nothing Else Matters' para lograrlo. Heitfeld, muy carismático a lo largo de toda la noche, pareció el único que tenía algo de frío al ponerse una sudadera mientras el resto de los asistentes disfrutaban con el calor de su música.

Su voz sonó como en las grandes ocasiones, al igual que la guitarra de Hammett, especialmente inspirado en los solos en la noche de ayer. En definitiva, una actuación que será recordada como la mejor del festival y con uno de los repertorios más sorprendentes.
Antes, Motorhead se subieron al escenario a hacer lo que saben. Para ellos no existieron ni la noria, ni la tirolina, ni las pizzas. "Somos Motorhead, y tocamos rock and roll". Y así fue.

Sin estridencias y con una contundencia digna de alabar en la banda británica. Ace of Spades y Overkill, dos de sus canciones más esperadas, les sirvieron para cerrar el repertorio. Sorprendió el cameo de Andreass Kisser, guitarrista de Sepultura, que acompañó a los ingleses a lo largo de parte de su actuación.

Barón Rojo y Sôber pusieron la nota nacional a la tarde. Ambos cubrieron el expediente con nota, y comenzaron a ilusionar con una noche que finalmente consiguió que el festival rompiera. Hubo que esperar hasta el último fin de semana, pero por fin, gracias a bandas como RATM, Janes Addiction, Motorhead y Metallica, La Ciudad del Rock hizo honor a su nombre.

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