Toy Story 3 llega a los cines españoles tras arrasar en EEUU

La tercera entrega de las aventuras del vaquero Woody, Buzz Lightyear y el resto de juguetes llega este miércoles 21 de julio a los cines.

Hasta el momento, cuando un aficionado al cine trataba de encontrar ejemplos de trilogías perfectas siempre evocaba 'El Padrino'. Desde Disney-Pixar han conseguido ahora que 'Toy Story 3' se coloque junto al clásico de Coppola como la única serie de films que mantiene su calidad. Y, es más, parafraseando a Buzz Lightyear, en este caso han conseguido ir "más allá".

"Han sido cuatro años muy intensos de trabajo en equipo. Aunque la idea básica -que Andy, el dueño de los muñecos, se marchaba a la Universidad- la tuvimos en dos días. Durante todo este tiempo, reconozco que he sentido el miedo de defraudar al espectador", comenta el director del film, Lee Unkrich.

Pero ese temor seguramente desapareció en el momento en que desde la compañía conocieron la respuesta del público en el estreno en EEUU (más de 340 millones de dólares recaudados). El sueño que comenzó John Lasseter -que también firma este guión- en 1995 tiene otro brillante capítulo ¿Y la receta del éxito? "Talento, trabajo y, sobre todo, buen ambiente", confiesa Unkrich.

En 'Toy Story 3', el pequeño Andy se ha convertido en un verdadero adolescente. Su pandilla de juguetes acaba, fruto del azar, en una guardería. El astronauta Buzz Lightyear y el vaquero Woody tendrán que utilizar todo su ingenio animado para ayudar a sus amigos a escapar de lo que para ellos es una verdadera prisión.

A nivel de producción, el film tiene los mismos hándicaps que cualquier película. "Hay 120 personajes, muchos escenarios y efectos... pero esto no sería nada si detrás no hubiera un buen guión", asegura la productora Darla K. Anderson .

"Cuando hace 25 años dije que quería hacer cine de animación digital, me dijeron que estaba loca. Esa presión sigue existiendo, pero ahora es porque nadie en la compañía quiere ser el responsable de un fracaso comercial", confiesa Anderson.

En el film ha participado el animador madrileño Carlos Baena. "Llevo 12 años en Pixar y la forma de trabajar siempre ha sido la misma. Cada secuencia que animas se la pasas a los compañeros. Si ellos no se ríen, el trabajo se desecha. Es un control de calidad".

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