Páginas

20/1/11

España lider en descargas de música ilegales

España sigue al frente de todas las clasificaciones europeas e internacionales en lo que al consumo de música ilegal se refiere. El 45 por ciento de los internautas españoles hacen uso frecuente de páginas o redes p2p, mientras que la media en el resto de Europa es del 23 por ciento. Paralelamente, la venta de música se desploma ya por décimo año consecutivo, con un 21 por ciento de caída de mercado solo en el caso de 2010, según estimaciones de la IFPI.

Así consta en el último informe anual de la Federación Internacional de la Industria Discográfica (IFPI, en sus siglas inglesas), que se ha presentado en Londres este mediodía. El Digital Music Report constituye el estudio más riguroso sobre la situación mundial de las ventas digitales de música, y el balance, a tenor de la información recopilada durante 2010, vuelve a ser agridulce.

El porcentaje del mercado digital ha ascendido en el mundo de la música al 29 por ciento, cuando apenas representaba el 2 por ciento de todos los ingresos en el año 2004. A lo largo del ejercicio recién concluido, los productores fonográficos han logrado que el catalogo de canciones a disposición de los usuarios supere los 13 millones de títulos a través de 400 servicios legales para el consumo de música digital, desde iTunes, YouTube, Vodafone Music a Spotify, Deezer y un larguísimo etcétera.

Sin embargo, el 95 por ciento de las descargas de música en todo el mundo siguen siendo ilegales y sin reportar ningún tipo de compensación a los titulares de los derechos aunque si a quienes las explotan ilegalmente. Las víctimas de esta situación tienen nombres, apellidos y números de cotización a la Seguridad Social. A título de ejemplo, los profesionales registrados como artistas en Estados Unidos descendieron en un 17 por ciento en la última década, entre 1999 y 2009.

http://www.europapress.es

1 comentarios:

Kassiopea. dijo...

Pero ya ha dicho algún juez que descargarse algo no es ilegal. Además ya pagamos por las descargas, que nos cobran el canon hasta por respirar.